Esta vez la fusión es entre la cocina peruana (que aporta unos de sus emblemas gastronómicos, la causa limeña) y la japonesa (de la que incorporamos la escuela del pescado —en este caso nuestro exquisito salmón— crudo). ¡Y que viva la mezcla!
Pela y aplasta las patatas cocidas frías y añade el zumo de lima, el AOVE, la pasta de ají y sal.
Corta el salmón en láminas y reserva.
Lubrica la esterilla de sushi con aceite y coloca la pasta hecha, y zanahoria, pepino y aguacate en tiras. Enrolla, corta y sirve.