La pasta nunca falla. Y si es con el jugoso toque del gambón, se convierte en un plato invencible.
Para comenzar, cocinamos los gambones en aceite de oliva durante dos minutos cada lado.
A continuación, doramos el ajo laminado y la guindilla y lo reservamos.
En ese mismo aceite, freímos durante dos minutos las cabezas de gambones, aplastándolas para que suelten el jugo.
Una vez cocinadas las cabezas, las retiramos y colamos el jugo restante. A este caldo le añadimos la ralladura de 1 limón, 3 ramitas de tomillo y el ajo y la guindilla cocinados previamente. Mezclamos bien todos los ingredientes y reservamos la salsa.
Doramos los tomates cherry por los dos lados en aceite de oliva.
Cocinamos a fuego medio el caldo de verduras junto con el grana padano hasta que se funda y conforme una salsa espesa.
En una sartén ponemos a calentar aceite de oliva. Incorporamos los tallarines cocidos previamente, el gambón cocinado, los tomates cherry, tomillo y la salsa resultante del jugo del gambón. Una vez todo junto, lo cocinamos durante tres minutos para que se mezclen bien los sabores.
Finalmente, lo emplatamos añadiéndole la salsa de grana padano y cebollino picado por encima. ¡A comer!