Hoy viajamos con el paladar a la Polinesia gracias a esta receta en la que los sabores de la vainilla y el coco casan a la perfección con unos gloriosos gambones marca de la casa.
En una sartén con aceite de oliva, cocinamos las cabezas de langostino a fuego fuerte y aplastamos para que suelten su jugo.
Retiramos las cabezas y, sobre la sustancia, echamos los langostinos crudos. Salteamos durante 2 minutos.
Para preparar la salsa, mezclamos el caldo de pollo y la leche de coco en una sartén. Cocinamos la mezcla a fuego fuerte hasta que rompa a hervir y, a fuego medio, dejamos que se reduzca a la mitad.
Retiramos las semillas de una vaina de vainilla y, mientras se reduce la salsa a fuego medio, añadimos las semillas a la mezcla. También podemos echar la vaina, pero sin olvidarnos de retirarla una vez la salsa esté lista.
Volvemos a poner los langostinos en el fuego y añadimos la sal, la pimienta y los 50ml de brandy. Flambeamos.
Una vez flambeados, podemos retirar los langostinos del fuego servirlos sobre la salsa. Usamos la guindilla fresca y el cilantro para decorar y... ¡listo para disfrutar!